La critica continua, el no festejar sus triunfos, menospreciar sus talentos y pequeños triunfos, va creando niños y futuros hombres, inseguros de si mismos, con bajisima autoestima, temerosos a cada nueva circunstancia que se presenta en su vida y dependiente de alguien que le diga siempre como debe hacer las cosas, quitandole el poder que cada uno tiene en su interior para tomar sus propias decisiones. Cuando se planta un pequeño árbol, suele colocarse a su lado un tutor de madera. Básicamente, para aquellos que no sepan que es, se trata de un poste de madera o acero que se coloca a cierta distancia para no molestar al nuevo árbol que acabamos de plantar, pero lo suficientemente cerca para poder ir guiando y acompañar su crecimiento, para que sea lo mas recto posible. Con los niños debemos actuar de la misma forma, solo guiarlos y ayudarlos a crecer lo mas rectos posibles, con los mejores valores posibles, educación, respeto, honestidad, humildad y alentándolos en ese crecimiento, evitando la critica continua enfermiza para que hagan las cosas exactamente como nosotros pensamos que deberían ser. Solo así podrás darle la libertad suficiente para su propio desarrollo y harás que su autoestima e independencia vaya creciendo poco a poco. Intenta alentarlo cada día mas y criticarlo o corregirlo cada día menos, intenta equilibrar un poco mejor la balanza de elogios y criticas. Que pases un excelente domingo.
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