domingo, 10 de marzo de 2013

Mentes Soñadoras Famosas

En este blog siempre he escrito a favor de aquellas personas capaces de seguir su sueño. Deberia ser siempre nuestra prioridad para conseguir un estado de felicidad completo. Para ello debes confiar en que ese sueño es posible, mas alla que la gente que te rodea pueda pensar que es una verdadera locura. Lo importante es que tu lo tengas claro, nadie vivira la vida por ti. Solo tu eres el creador y actor de tu propia vida, asi que no hagas caso de lo que te puedan decir los demás, sigue los disctados de  tu corazón .
La propuesta de hoy en esta nueva entrada es hacer un breve resumen de la historia de Henry Ford . Mostrarte algunos de sus sueños y como los ha hecho realidad. Espero que sea inspirador para todos aquellos que se encuentren en una encrucijada y les esté costando dar el primer paso en búsqueda  de alguno de sus sueños.
Las ideas que encontrarás desarrolladas aquí :
- Creía  firmemente que su sueño podia ser cumplido. 
- Sus objetivos eran claros y precisos
- No se sentó a esperar que llegaran los resultados del cielo, luchó día a día con todas sus fuerzas y su fe, con la convicción de que iba por el camino correcto.
- Tuvo muy claro desde el principio que un camino de 100.000 pasos siempre comienza con un primer paso y tuvo la valentía, la fuerza y la confianza para darlo  y posteriormente la perseverancia para continuar andando en la senda que había empezado a vislumbrar. 

Henry Ford, al  terminar su escuela primaria, comenzó a trabajar con su padre, un modesto labrador que trabajaba de sol a sol para obtener unos beneficios muy ajustados que permitiera vivir a su familia. Ya de niño, Henry vislumbraba el día en el que maquinas pudieran realizar parte del trabajo manual que  junto a su padre desarrollaban con tanto esfuerzo. Uno de sus pasatiempos preferidos era jugar con las herramientas de su padre en un pequeño taller que  poseía junto a la caseta de campo.
A los doce años acompañó a su padre a Detroit y al llegar allí quedó impresionado al ver una locomotora, era el primer vehículo que veía con tracción que no fuera animal. Inmediatamente se puso a hablar con el mecánico que allí se encontraba. Este hecho lo marcaría para toda su vida. Durante la noche le fue imposible dormir, ya en su mente de 12 años vislumbraba su sueño, construir una maquina que anduviera por las rutas, fue, a partir de este momento, su constante ambición por la que empezó a luchar por convertirla en realidad.
A los 17 años entró como aprendiz mecánico en la fabrica de Dry Dock. La formación que lo capacitaría como mecánico, duraba unos 3 años, aunque en menos de uno Ford ya había logrado superar con creces los objetivos propuestos. En esa época comenzó a devorar cuanta revista científica llegara a sus manos, siempre con su mente puesta en aquella locomotora que había visto y con la convicción que encontraría el medio adecuado para desarrollar aquella maquina soñada que anduviera por las rutas. Todos los expertos y especialistas coincidían en algo, era imposible que un motor de gasolina reemplazara a uno de vapor. Era tal su empeño y su fe en lo que creía posible que trabajando como mecánico especializado en la empresa Westinghouse, renunció para volver a la granja de su padre donde había montado su pequeño taller. Ahora con mas tiempo seguiría su investigación y duro trabajo para conseguir su sueño, a pesar de la insistencia de su padre para que abandonara esas ideas tan locas y sus dichosas maquinas, . Sin embargo Henry nunca lo hizo, tenia demasiado claro lo que quería. Mas tarde le ofrecieron un puesto en la empresa Edison, como ingeniero mecánico. Abandonó por segunda vez la granja paterna a la cual nunca volvería , para mudarse a Detroit, donde alquiló una pequeña casa cuya mayor superficie la ocupaba un taller propio. Todas las noches al volver de la fabrica se encerraba en su taller durante horas para seguir probando sus motores de gasolina e investigando.
A los 29 años y después de jurarse que realizaría su sueño daría sus últimos  retoques a su primera maquina rodante. Después de 12 años de éxitos y fracasos, arduo trabajo, muchísimas horas de investigación, muchas horas de sacrificio en su taller, veía por fin sus frutos. Creo que es un gran ejemplo de tenacidad y fe en que un sueño puede convertirse en realidad. Este fue su primer GRAN paso que lo llenó de mas ilusión, si es que cabe, para seguir trabajando y desarrollando sus ideas para llegar a su siguiente sueño, conseguir la construcción de motores y vehículos a gran escala y vaya si lo consiguió.
En ese momento la empresa de electricidad para la que trabajaba le ofreció un importante ascenso con un suculento aumento de sueldo. Pasaría al área directiva donde se codearía con personajes de las mas altas esferas. A cambio le pedían una única condición, que renunciara a sus investigaciones sobre el motor de gasolina y dedicara todo su esfuerzo al desarrollo de aplicaciones practicas de la energía eléctrica, la cual le aseguraban que se convertiría en la única fuente de energía del futuro. En resumen le estaban pidiendo que renunciara a su sueño. A cambio le ofrecían la seguridad material y un futuro sin problemas económicos. Mucha gente hubiese optado por aprovechar el aumento de salario y seguridad económica futura renunciando a sus sueños. Pero Henry no cedió ni un palmo. Una vez mas en la historia un hombre iba a demostrar que con la fuerza de su voluntad, se puede vencer el escepticismo de todo un país, de la humanidad. “Había que vencer o sucumbir” decía Henry Ford. Renunciaría a la empresa eléctrica casi sin dinero, para seguir adelante con su sueño. Mas tarde al no poseer dinero suficiente busco algunos socios capitalistas y montaron la sociedad de automóviles de Detroit. Años mas tarde renunciaría por desacuerdos con sus socios sumando un rotundo fracaso a su vida, sin embargo siguió luchando con el mismo ahínco hasta que logro fundar la Sociedad de Automóviles Ford, después de una interesante publicidad derivada de una carrera organizada por diferentes constructores de vehículos. Para ello presento dos modelos el “999” y “Flecha”. En esta carrera logro ganar y dar así a conocer sus modelos Ford al publico.  
Este es solo un pequeño fragmento de la vida de Henry Ford, he decidido dar solo unas cuantas pinceladas representativas de su vida para reforzar los conceptos sobre los cuales siempre hablamos en este blog, demostrando que teniendo un objetivo claro, trabajando duro para conseguirlo, siendo paciente y perseverante puedes conseguir cualquier sueño en el que decidas creer. Confía en ti, confía en que lo puedes hacer realidad, no dejes que los demás te convenzan que no puedes lograrlo. Sigue adelante a pesar de las dificultades, no bajes nunca los brazos. Recuerda que si confías en tu proyecto, lo tienes claro y pones toda tu energía y foco en él, el universo conspira para acercarte todos los medios que necesites tener para lograr el fin deseado. Hasta la próxima.
 
Fuente : Mi Primer Millón, Charles Albert Poissant / Christian Godefroy 

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