En múltiples ocasiones nos dejamos llevar por nuestra rutinaria vida y somos espectadores de nuestras propias situaciones y eso si, estamos siempre dispuestos a quejarnos porque hay cosas que no nos gustan y queremos cambiarlas, pero no somos capaces de invertir un poco de esfuerzo y constancia para ir modificando nuestro rumbo hacia lo que verdaderamente deseamos. Debemos ser actores de nuestra propia vida y dejar de ser meros espectadores, debes hacerte responsable de ella. En uno de sus numerosos libros, Louise L. Hay decía una gran verdad, todos sabemos que nuestros padres, maestros de la infancia, nuestros mayores referentes en aquellos momentos de crecimiento y expansión, nos marcaron muchísimas pautas y normas que quedaron grabadas a fuego en nuestro interior, muchas de ellas fueron adecuadas, otras no tanto, pero ya hemos crecido, y debemos ahora tomar las riendas de nuestra vida, utilizar los consejos que nos han servido para ser lo que somos ahora mismo y descartar aquellos conceptos equivocados que desde luego nos han marcado y seguimos repitiendo rutinariamente, ten en cuenta que ya forman parte de nuestro pasado, si han sido erróneos podemos quitarle el poder suficiente para que dejen de influenciarnos negativamente, para que no nos inmovilicen, llego la hora de pararnos un momento y reflexionar sobre estos hechos. Pero ojo, ten mucho cuidado con ésto, no podemos culpar a nuestros padres o maestros por los errores inculcados, tenemos que tener muy claro que en aquellos momentos nuestros seres queridos hicieron lo mejor que pudieron con el conocimiento que tenían en ese momento, por lo que esto debe quitar culpas y presiones hacia ellos, salvo que a propósito nos hayan hecho mucho daño, en cuyo caso el tratamiento sera un poco diferente, aunque también implica un importante cambio de chip por nuestra parte, es fundamental hacerlo. Ahora lo entendemos, ahora lo tenemos claro, ahora tenemos que estar dispuestos a perdonar viejos errores, sin rencores que TARDE O TEMPRANO NOS PASARAN FACTURA, te lo aseguro, el rencor lo acumulamos nosotros, nos perjudica a nosotros, el sufrimiento y sus consecuencias devastadoras para nuestra salud las padecemos nosotros, la otra persona implicada muchas veces ni siquiera se entera, ten esto muy presente siempre, el perdonar al otro siempre te favorece. El rencor acumulado durante años de odio, en multitud de ocasiones puede influir en el desarrollo de muchas enfermedades, una de ellas, el cáncer, ¿vale la pena negarse a perdonar viejos altercados, discusiones, antiguos problemas...?? , el precio que a veces debes pagar es demasiado alto.... Además éste cambio de actitud nos permitirá eliminar las piedras que tenemos ahora mismo en el camino y poder seguir caminando con la mochila que llevamos a la espalda mucho mas descargada, nos sentiremos mejor, mucho mas ligeros y con menos obstaculos. Elige hoy hacerte cargo de tu propia vida y empieza a hacer pequeños cambios
que creas oportunos para mejorarla en todos los aspectos posibles, te sentirás reconfortado. Plantéate objetivos y cada día haz algo que te
mantenga caminando hacia ellos en la dirección correcta. Por pequeña que sea, tu acción siempre cuenta y la ley de atracción ira actuando poco a poco para acercarte a tus metas. Por eso prepárate hoy para elegir reír en lugar de llorar,elige cantar en lugar de quejarte, elige perdonar en lugar de ser rencoroso, elige aplaudir en lugar de criticar, elige mejorar tu vida en lugar de resignarte a la mediocridad, Que pases un excelente día.
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