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Hoy hablaremos de dos emociones que sentimos todos en algunos momentos de nuestra vida y que en ocasiones nos atormenta bastante. Nos culpamos de sucesos que han ocurrido en el pasado, a lo mejor un error en nuestra elección de un trabajo, una carrera, un viaje no realizado, sin darnos cuenta que en aquel momento, tomamos la mejor decisión posible con las herramientas y el conocimiento que teníamos en nuestras manos, y lo creímos correcto. Ahora con el paso del tiempo, quizas nos demos cuenta que podriamos haber actuado diferente, pero por favor, no te quedes anclado y paralizado en ese pasado. Préstale solo la suficiente atención para intentar no volver a cometer los mismos errores, aprende de él. Acaso sirve de algo torturarte por esa decisión errónea?, ganas algo positivo a cambio de tanto pesar?, seguro que no. Lo único que logras es que ésta idea que merodea por tu cabeza día tras día te atormente una y otra vez. Acaso culpándote serías capaz de cambiar el pasado? ROTUNDAMENTE NO. Es fundamental que lo entiendas para no repetir indefinidamente ésta zona erronea que tienes grabada a fuego en tu interior. No vale la pena malgastar tu energia en algo que ya no puedes cambiar, porque aunque no seas consciente del todo, esa culpabilidad permanente que te carcome por dentro, no te deja disfrutar del presente, te mantiene inmóvil, como un barco anclado en puerto, mientras no levantes el ancla de tu pasado no podrás seguir avanzando, aunque lo intentes denodadamente una y otra vez, la fuerza proveniente de éste remordimiento y frustración del pasado es demasiado grande. Una vez seas capaz de cambiar tu actitud y levantar el ancla, sólo en ese momento mágico, tu vida podrá seguir navegando sin ataduras ni lastre adicional que te frene o inmovilice.
Otro error que solemos cometer es preocuparnos por el futuro. Como he repetido en más de una ocasión en este blog, tienes que vivir el presente, es al único momento que debes brindar toda tu atención, tu poder, tus mejores energías, porque solo él te permitirá ir construyendo tu futuro, pero no te preocupes por algo que ni siquiera ha llegado aún. Ojo, que no quiero que me malinterpretes, no te digo que vayas por la vida sin pensar en el futuro, puedes planificarlo en la medida que puedas con acciones presentes, puedes pensar en él, qué es lo que te gustaría que pasara, cómo te gustaría que fuese, pero aquí está la gran diferencia, te estás ocupando de él, muy diferente a preocuparte por él, las palabras si miras las letras que las componen no cambian tanto, sin embargo la diferencia de significado entre una y otra, es abismal, sus consecuencia según optes por una u otra también lo son.
Resumiendo, céntrate en el momento que vale la pena ser vivido y disfrutado al máximo, el momento que te otorga el poder de cambiar tu futuro, el momento que te permite reconsiderar tu pasado sólo por el hecho de no volver a cometer los mismos errores, el momento que una vez pasó y no disfrutaste, ya carece de sentido, entrégale al presente lo que se merece, toda tu energía mas preciada, tu sabiduría, tu esfuerzo, tu constancia, tus ganas de luchar, de disfrutar, de sentir, dáselo todo a este momento mágico y tu vida mejorará exponencialmente, ahora tienes el conocimiento para hacerlo, levanta el ancla ya, es hora de seguir navegando.
Gracias por tu tiempo, recibe un fuerte abrazo, nos vemos en la próxima entrada, que tengas un excelente día y un mejor fin de semana.
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